viernes, 2 de diciembre de 2016

Bellas de noche ayer, hoy tristes recuerdos



“Bellas de noche”, el documental de Jimena Cuevas sobre las super-vedettes setenteras en México, ha llegado a los cines del país

¿Les recuerda algo el título? Exactamente, aquella famosa película de ficheras (Miguel M Delgado, 1975) protagonizada por la bellísima Sasha Montenegro y el cuerazo Jorge Rivero.  Sólo que aquí el cartel es distinto pero igualmente sexoso: Lin May, Wanda Seux, Olga Breeskin, Rossy Mendoza y la Princesa Yamal

¿Qué fue de esas  fulgurantes vedettes?

Como el cuento de la cigarra

Estas estrellas del cabaret que todo lo tuvieron y tocaron la fama y la fortuna son ahora unas sexagenarias desubicadas, dislocadas, que viven una fantasía patética de juventud y belleza eternas y que sobreviven como gato patas arriba con más o menos suerte: 

Olga se volvió fanática religiosa y vive de forma modesta pero cómoda en Las Vegas predicando la palabra del Señor.  Wanda vive rodeada de caniches clamando justicia divina para cuando Dios quiera llevársela pero bien rellena de bótox. Rossy tiene delirios de escritora de metafísica sexy y Lin es la enfermera de rostro desfigurado de un marido anciano que vive sus últimas horas.  Princesa Yamal, la más “normalita”, es esteticienne y mantiene el equilibrio sin soltar el cigarro gracias a una hija bonita y amorosa.
 
El destape mexicano

Tremendísima Rossy Mendoza
En los años setenta, siendo yo un niño, veía con azoro los carteles (cartelones los llamábamos en Tepic) que anunciaban los próximos estrenos en los cines de la ciudad.  Generalmente eran fotos fijas en color o blanco y negro pegados sobre una cartulina fosfori-loca o de otro color igualmente llamativo, sujetas con chinchetas en las esquinas sobre una vitrina forrada de fieltro verde o rojo, celosamente protegida con candados de archivero.

Los cartelones en offset a todo color eran cosa de las películas gringas o alguna otra colada con gordo presupuesto. El paisanaje masculino y verriondo se daba sus calentones con estas imágenes promocionales de películas cachondas -versión vernácula de las sexi-comedias italianas de Lando Buzzanca y anexas - que derivaron en un sub-género llamado “cine de ficheras”. ¿Por qué? Simplemente porque versaban sobre el mundo de los antros y cabarets donde las damas de compañía acumulaban fichas canjeables por dinero por cada cliente que entretenían. Ya si se iban al hotel era muy su gusto y muy su arreglo con el cliente.

“Éramos como diosas” 

"Princesa Yamal" en plenitud
Lin May no es china, sino acapulqueña
En los cabarés la copa, la compañía, el baile, las ficheras más o menos agraciadas eran lo cotidiano, pero el verdadero imán eran las exuberantes (requisito sine qua non) vedettes que, muy a su entender y presupuesto, hacían su show, con la mente puesta en Las Vegas. “Éramos como diosas” cuenta Rossy Mendoza  la mejor conservada de todas – “los hombres eran muy espléndidos con una: las flores, las joyas, el abrigo de pieles, el carro… ¡corría el champán!”, agrega gozosa.

SuperOlga, "la mujerviolín"
Wanda Seux, de Argentina con amor
Antes que la Trevi, Wanda Seux – la más delgada de todas  cantaba y zarandeab a los hombres del público. Su paisana argentina Princesa Yamal  ejecutaba, a su modo, danzas árabes: “yo no era exuberante pero tenía un cuerpo muy estético”, narra con su voz cavernosa por el tabaquismo. 


Por su parte Lin May afirma sin tapujos que lo suyo, lo suyo era el strip-tease, mostrando sin tapujos las caderas más generosas, pechos adolescentes y breve cintura con su aspecto exóticamente chinesco, aunque es de Acapulco.

Hay categorías y sin lugar a dudas la reina de la noche de lujo era Olga Breeskin y su violín, con esa “carrocería” como ella misma dice, imponente y ese derroche en vestuario y “gallinero” a la que las otras no podían aspirar: “hasta que todo se me vino encima como el (hotel) Continental donde cuando se derrumbó en el terremoto del 85”, cuenta conmovida.

Colofón

En Bellas de noche hay mucho recuerdo de gloria  vodevilesca pero sin tocar el drama humano, es “light”, superficial.  Nos queda a deber la narrativa íntima, con las luces y sombras de un buen documental biográfico. ¿O es que hubo censura por parte de las intérpretes o de Televisa que vemos que intervino en la producción?
 
Jimena Cuevas (al centro) con su super-elenco en la presentación de su documental

Por no saber, no sabemos ni de dónde son ni su nombre ciudadano, amores, hijos, desventuras, (otras) glorias y miserias. Jimenita me queda a deber y mucho. Para el próximo (que me late que será sobre su padre) que se fije en los estupendos documentales de Biography Channel.

Vamos, digo yo... ¿ustedes qué opinan?

FUENTES:
 
https://es.wikipedia.org/wiki/Bellas_de_noche_(pel%C3%ADcula)